El bar es acogedor y el spa tiene tratamientos maravillosos. Las tarifas son bastante altas.

Disfruta del spa en horarios menos concurridos para relajarte al máximo, y asegúrate de explorar los senderos cercanos para aprovechar la naturaleza impresionante.

hermoso, hermoso, hermoso

La habitación tenía vistas impresionantes que me dejaron sin aliento, perfectas para disfrutar del cielo estrellado cada noche. Fátima y Roberto, del restaurante, hicieron que cada cena fuera deliciosa y memorable con su calidez. Además, el desayuno a la carta fue un festín, con platos calientes y abundantes que realmente alegraron mis mañanas.

recomendado 😊❤️

experiencia muy agradable

Las vistas desde la habitación son realmente impactantes, especialmente al atardecer, y me encantó la calidad de la comida en el restaurante, donde cada plato resalta la esencia local. La comodidad de la cama fue excepcional y me permitió descansar plenamente después de un día explorando.

Sin embargo, el servicio en el restaurante fue un poco lento en las cenas.

Las vistas desde la habitación son espectaculares, y el acceso a rutas de senderismo cercanas es inmejorable para disfrutar de la naturaleza. Además, el personal es increíblemente amable y atento, lo que hace que nuestra estancia sea aún más agradable.

Sin embargo, el spa tiene tarifas un poco elevadas que no están incluidas en el precio de la habitación.

la atención en el restaurante es un poco lenta. pero las vistas son espectaculares y la habitación tiene un balcón genial. el desayuno tiene buena variedad y el spa es super relajante.

las vistas son impresionantes, pero no hay insonorización en las habitaciones.

las vistas espectaculares hacen de parador de cruz de tejeda un retiro perfecto en la montaña, ideal para desconectar y relajarse en el spa

El Parador de Cruz de Tejeda ofrece vistas impresionantes y un ambiente tranquilo. La cena en el restaurante fue exquisita, con platos llenos de sabores locales. El spa mejora la experiencia.

Las vistas desde la habitación son impresionantes, especialmente al atardecer, con un paisaje que quita el aliento. La comida en el restaurante destaca por su variedad y calidad, ideal para quienes buscan sabores auténticos en un entorno relajante.

Sin embargo, el precio de las tarifas es elevado. en ocasiones, sientes que pagas más por las vistas que por la habitación en sí. Además, el acceso al spa, aunque se siente exclusivo, tiene un costo adicional que puede resultar excesivo para los huéspedes que desean disfrutar de su piscina y otros servicios sin tener que pagar más. Otra cosa a mencionar es el ruido de mantenimiento. si te toca una habitación cercana a estas obras, puede que tus mañanas empiecen antes de lo deseado.

Este lugar me viene perfecto, con wi-fi gratis, un bar acogedor y un spa maravilloso. En mi primera visita, el personal me ayudó con un check-in tardío. ¡Recomiendo disfrutar de las cenas exquisitas! Volveré para un fin de semana.

Las vistas desde la habitación son impresionantes, especialmente al atardecer. La ubicación del parador, en un punto alto, permite disfrutar de paisajes que te dejan sin aliento. La habitación estaba limpia y cómoda, con una cama espaciosa. El spa, aunque atractivo, tiene tarifas altas y no cuenta con acceso gratuito para los huéspedes, lo cual me pareció injusto. El desayuno, aunque decente, carecía de variedad en la mesa caliente, y el servicio en el restaurante fue un poco lento, especialmente durante las cenas, donde hubo descoordinación con los camareros. Las alfombras de los pasillos necesitan una mejor limpieza, ya que recolectan polvo. En general, el lugar es encantador, pero hay detalles que se pueden mejorar para disfrutar al máximo la experiencia.

El sushi en el restaurante te deja en la gloria, ¡una explosión de sabores que no te puedes perder! Además, la tranquilidad del lugar es un plus que se disfruta al máximo. El spa, maravilloso, te deja como nuevo después de un día explorando.

Las sillas de la cafetería podrían ser un poco más cómodas, y el spa es bastante caro. ¡hasta te cobran las zapatillas! Ah, y no olvides que puede hacer fresquito y viento afuera en invierno, pero aún así, todo brilla.

La habitación era bastante espaciosa y la cama muy cómoda. Las vistas de la habitación son impresionantes, especialmente al atardecer, lo que hace que merezca la pena. El WiFi funcionó bien para poder trabajar. Sin embargo, el ruido de limpieza por las mañanas puede ser algo molesto si quieres dormir un poco más.

La experiencia fue increíble, especialmente con el zumo fresco de naranja cada día y el spa, que aunque pequeño, estaba muy bien cuidado y ajustaron los tratamientos a mis necesidades. Sin duda, volvería a elegir este lugar.